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Testimonio de Noa

Cuarentena, cambios, estrés, malestar… Todo esto dio lugar a mi TCA pero no estoy aquí para hablar de la enfermedad sino todo lo contrario, para hablar del tratamiento.

Así que situémonos en un 25 de marzo de 2021, el primer día que vine aquí, a TITCA. Miedo, angustia, desesperación… Un montón de emociones me bloqueaban y preguntas entraban en mi cabeza: ¿Qué me pasará? ¿Me juzgarán? ¿Seré el único? ¿Me lo estoy inventando todo? Pero nada más lejos de la realidad, aquí se me recibió con los brazos abiertos.

Se notaba que mi psicóloga estaba dispuesta a escuchar todo lo que le contara sin juzgarme y después de relatarle mi último año le pusieron nombre y apellidos a mi enfermedad, y vivieron felices para siempre… Bueeno, tal vez no fuera fácil y aún a día de hoy haya cosas que cuesten pero no me adelanto que aún me falta contar lo principal.

17 de mayo de 2021, mi psicóloga y mi nutricionista han decidido que entre a hospital de día, llego allí MUERTO de miedo y de repente: ingestas, ohana, síntoma, restructurar, distorsión, desfocalizar, pautas, apercibiste y la peor de todas sin ninguna duda: Piraña. (La piraña es la voz crítica, a través de pensamientos intensivos distrae la atención de la persona, aunque su función es ayudar te acaba destruyendo).

Yo me quedo callado, como quien esta despierto a las 2 am escribiendo (como yo ahora mismo), hablando lo justo cuando me preguntan algo. Acaba el día y llegan otros muchos, empiezo a entender el lenguaje que se habla aquí, me sentí cómodo como para compartir cosas íntimas y lo mejor de todo, disfruté del tratamiento. No de los tratamientos evidentemente, sino del resto de pacientes, de las terapeutas, de las altas, de los logros del día, de las conversaciones, de las risas…

Esto es una gran familia de apoyo, en la que (y cito una de mis frases favoritas) se te ayuda a “dejar de sobrevivir para empezar a vivir”, yo que no llevo mucho ya he notado grandes cambios: puedo callar a mi piraña, puedo gestionar mi malestar y reestructurar los pensamientos… Y aunque se que me queda mucho por trabajar no me arrepiento para nada de haber empezado.

En definitiva, si has llegado hasta aquí porque crees que tú o algúnx conocidx padece un TCA, ¡Pide ayuda!, ¡No estas solx en esta lucha!, ¡Puedes con esto!

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